martes, 10 de noviembre de 2009

11 de septiembre de 1973: Las causas y consecuencias del quiebre del pais.

Las causas y consecuencias del golpe de estado son varias, como la ruptura de la democracia y los sucesos que ocurrieron en el 11 de septiembre, el bombardeo a la moneda, el suicidio del presidente allende y la instalación de una junta militar, pero todo esto solo fue lo que ocurrió en el golpe de estado, ahora veremos las causas que causaron el golpe de estado:
A partir del segundo año del gobierno de allende se comenzó a verse la crisis por la que estaba atravesando la sociedad chilena. Los niveles económicos eran negativos y la aplicación de reformas mas estructurales dejaron su punto de vista a su posición, mediante protestas.
En los últimos meces del gobierno de allende mostraron la magnitud de la crisis ante una oposición que cada vez mas reaccionaba, diferencias entre los partidos del gobierno, desbordes sociales y la acción de grupos paramilitares de izquierda.
Pero con el fin de solucionar la crisis, el gobierno incorporo al gabinete a miembros de las fuerzas armadas, como una forma de garantizar la estabilidad interna y asegurar la gobernabilidad, pero aunque esta medida fue aceptada por la oposición, esto genero un rechazo al interior del gobierno.
En marzo del año 1973 se realizaron las elecciones parlamentarias, las que reflejarían la división política de la población, los resultados dejaron un 43,3% de votos para la unidad popular y un 54,7% para la oposición, que eran la democracia cristiana y el partido nacional, estos resultados no le permitieron a la oposición tener el apoyo suficiente para acusar constitucionalmente al presidente, pero si significo la renuncia de los militares al gabinete.
A fines de agosto el parlamento, controlado por la oposición, reclamo la inconstitucionalidad del gobierno. El golpe de estado estuvo liderado por los altos mandos de las fuerzas armadas, para que así en la mañana del martes 11 de septiembre, los barcos de la armada retornaron al puerto de Valparaíso y ocuparon la ciudad, el presidente allende dio su ultimo discurso emitido por radio Magallanes, antes de que el palacio de la moneda fuera bombardeada por los aviones “Hawker Hunter”, el presidente allende murió y se termino con el proyecto socialista del gobierno.

martes, 13 de octubre de 2009

los grandes cambios del periodo 1920 - 1938


entre los grandes cambios esta la promulgacion de una nueva constitucion que reemplazo a la constitucion de 1833, esto hizo que se terminara el parlamentarismo y el inicio del regimen presidencialista.
Tambien se amplio el sistema politico, por primera vez se escucho gran parte de las demandas de los sectores medios y populares, tambien se crearon nuevos partidos politicos como los socialistas, comunistas, falangistas y otros partidos.
En la economia desde 1920 el negocio del salitre empezo a decaer, y en 1929 llego a su punto mas critico, por esto los gobiernos debieron adoptar un nuevo modelo economico, a partir de 1927 se produjeron los primeros cambios en el rol del estado en la economia.
En lo social los grupos medios y populares se convirtieron en los nuevos protagonistas, por que comenzaron a concentrarce en las principales ciudades del pais, con la ardua lucha por sus demandas, lograron que se dictara una nueva legislacion social que les ampliaba sus derechos.
Algunos de los personajes mas destacados fueron: Luis Emilio Recabarren, Arturo Alessandri Palma y Carlos Ibañez del Campo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Plebiscito de 1980


Fue un referéndum realizado en Chile, el 11 de septiembre de 1980, por el cual se aprobó la Constitución Política de 1980. En la convocatoria tuvieron derecho a votar los chilenos mayores de 18 de años edad (incluyendo analfabetos y no videntes), y los extranjeros mayores de esa edad que tuviesen residencia legal en Chile, la que se acreditaba mediante la respectiva cédula de identidad de extranjería. La participación fue obligatoria, salvo respecto de los que se encontraban impedidos física o mentalmente, o privados de libertad en establecimientos carcelarios o penitenciarios.
Para ejercer el derecho a voto se exigió como único documento la cédula de identidad expedida por el Servicio de Registro Civil e Identificación, cualquiera fuese su fecha de vencimiento.
Campaña:
Esta se dio en una situación bastante irregular; mientras que el Gobierno, además de los clásicos afiches y esquelas (usados por ambos bandos) llamando a la ciudadanía a votar por la opción SI, utilizó breves spots comerciales de televisión (de no más de 1 minuto) para promover el voto afirmativo en el plebiscito, la oposición, liderada para estos efectos por el ex presidente Eduardo Frei Montalva, solo pudo realizar pequeñas manifestaciones en la vía pública, sin acceso a la televisión, y con limitado acceso a la radio.
La Junta Militar basó su campaña fundamentalmente en la exaltación de valores patrióticos así como en la recuperación económica que en las cifras vivía el país desde la llegada de los militares al poder. Mientras, la oposición acusaba de abusos al mando militar, llamando al país a votar que NO y con ello conseguir elecciones presidenciales abiertas a la brevedad.
Quizá la manifestación opositora más importante fue el llamado "Caupolicanazo", desarrollado en el Teatro Caupolicán de Santiago en agosto de 1980, donde por primera vez se permitió abiertamente una manifestación opositora durante el régimen militar chileno. El principal orador de la jornada fue Frei, quien hizo un llamado a nuevas elecciones, abiertas, en discordancia con lo propuesto por la Junta Militar. El mensaje fue transmitido por radio Cooperativa. Como contestación, el general Pinochet dio al día siguiente un multitudinario discurso en las calles del centro de Santiago transmitido a todo el país.
Consecuencias:
Con los resultados del plebiscito se dio como aprobada la Constitución de 1980, y se confirmó en el cargo de presidente a Augusto Pinochet hasta el 11 de marzo de 1989 (en virtud de la disposición transitoria decimocuarta del mismo texto constitucional). Sin embargo, dichos resultados fueron objetados por la oposición política, encabezada por el ex senador Patricio Aylwin, más otros 46 personeros, argumentando que ésta no contó con registros electorales y sólo se controló el voto con una marca de tinta indeleble en el dedo pulgar que salía rápidamente. Éstas críticas fueron rechazadas por el Colegio escrutador y el texto fue promulgado el 24 de octubre de 1980.
La nueva constitución comenzó a regir el 11 de marzo de 1981. Desde esa fecha se inició un período transitorio de 8 años durante el cual el general Augusto Pinochet se desempeñaría como Presidente de la República y la Junta de Gobierno ejercería el Poder Constituyente y Legislativo.
Si bien en un comienzo se cuestionó la legalidad de los resultados del plebiscito, con el tiempo los juristas han llegado a estar más o menos contestes con el hecho de que la Constitución ha sido en la práctica legitimada por todas las fuerzas politicas activas en Chile que concurren a elecciones amparadas en la propia Carta de 1980.

lunes, 14 de septiembre de 2009

La fundacion de teodoro schmidt



Antiguamente este sector se llamaba Huilio, de ahí al nombre del río o estero que pasa en el lado noroeste de la Ciudad. Teodoro Schmidt esta ubicada en sector altamente de ascendencia mapuche. Esta comuna nació gracias al trazado férreo que hizo el ingeniero don Teodoro Schmidt Quezada (hijo de don Teodoro Schmidt Weichsel y de doña Juanita Quezada del Río), en el año 1936, de ascendencia alemana, quien inició al trazado del trayecto de la línea de ferrocarriles en una extensión de 72 km de longitud del ramal Freire-Punta Riel. marcando puntos que fueron las Estaciones ferroviarias, con una distancia de 16 a 17 km, entre cada estación. Así se formaron las Estaciones de Martinez de Rozas, Barros Arana, Teodoro Schmidt, Hualpín y Punta de Riel.
La construcción de la obra se aplazó en casi 10 años al desatarse la Segunda Guerra Mundial, por lo cual fue muy difícil traer los materiales necesarios, de los cuales la mayor parte era importado del extranjero culminándose así los trabajos en el año 1952.
El interés del Gobierno en poner este medio de transporte fue en gran parte por la riqueza de madera nativa existente en estos lugares. El año 1962 se trazó el camino Freire a Hualpin.
Esta comuna fue fundada el 12 de enero de 1981. Se ubica en la Provincia de Cautín, Región de Araucanía, distante a 72 Km de la Ciudad de Temuco y a 43 km. de la Ciudad de Freire. Antiguamente este sector se llamaba Huilio, de ahí al nombre del río o estero que pasa en el lado noroeste de la Ciudad. Teodoro Schmidt esta ubicada en sector significativa ascendencia mapuche. Limita al norte con las comunas de Saavedra, Carahue y Nueva Imperial. Al Este con Freire, al sur con Pitrufquén y Toltén y al oeste con el Océano Pacífico.
La comuna nació gracias al trazado férreo que hizo el ingeniero Teodoro Schmidt Quezada en el año 1936, de ascendencia alemana, quien inició al trazado del trayecto de la línea de FFCC en una extensión de 72 Km. de longitud del ramal Freire-Punta Riel. Así se formaron las estaciones de Martinez de Rozas, Barros Arana, Teodoro Schmidt, Hualpín y Punta de Riel. La construcción de la obra se aplazó en casi 10 años al declararse la 2ª Guerra Mundial, culminando los trabajos en 1952. El interés del Gobierno en poner éste medio de transporte fue en gran parte por la riqueza de madera nativa existente en estos lugares. En 1962 se trazó el camino Freire a Hualpin.
La comuna pertenece al Distrito Electoral Nº51 y a la 12ª Circunscripción Senatorial Araucanía Sur. Tiene una superficie de 650 km² y una población de 15.772 habitantes, siendo 8.247 hombres y 7.525 mujeres. El porcentaje de población rural es de 56,14% y el de población urbana es de 43,86%. Los habitantes de la comuna respresentan el 1,78% de la población regional. (Datos Censales 2002 proyectados al 2006).

martes, 25 de agosto de 2009

Plebiscito Nacional de 1988

El Plebiscito Nacional de 1988 fue un referéndum realizado en Chile el 5 de octubre de 1988, durante el Régimen Militar. Este plebiscito se realizó en aplicación de las disposiciones transitorias (27 a 29) de la Constitución Política de 1980, para decidir si Augusto Pinochet seguiría como presidente del país hasta 1997. El resultado fue de 44,01% por el «Sí» y 55,99% por el «No». El universo electoral habilitado para votar ascendió a 7.435.913 personas.
El triunfo del «No» significó, conforme a las disposiciones transitorias de la Constitución, la convocatoria de elecciones democráticas conjuntas de presidente y parlamentarios al año siguiente, que conducirían al fin de la dictadura y el comienzo del periodo conocido como transición a la democracia.

Origen del Plebiscito

La Constitución Política de 1980 estableció un periodo transitorio, que se extendía desde su entrada en vigencia, el 11 de marzo de 1981, hasta el término del mandato presidencial de Augusto Pinochet de ocho años, establecido nominativamente por ella (disposición transitoria decimocuarta).
En conformidad al texto constitucional, con al menos noventa días de anticipación a la fecha en que debía cesar en su cargo, es decir, el 11 de marzo de 1989, los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros, o a falta de unanimidad de ellos el Consejo de Seguridad Nacional integrado además por el Contralor General de la República, debían proponer al país una persona para ocupar el cargo de Presidente de la República durante el periodo siguiente, sujeto a la ratificación de la ciudadanía mediante un plebiscito (disposición transitoria vigesimaséptima).
Los efectos del resultado de dicho plebiscito serían las siguientes:
Si ganaba la opción «Sí», es decir, se aprobaba el candidato propuesto, el Presidente así electo asumiría el cargo el mismo día en que debía cesar el anterior y por un periodo de ocho años, entrando en plena vigencia las normas permanentes de la Constitución, salvo en lo siguiente: nueve meses después se debía convocar a elecciones generales de senadores y diputados y, en el intertanto, la Junta de Gobierno seguiría ejerciendo la función legislativa, hasta la instalación del Congreso Nacional. Esta se realizaría tres meses después de la convocatoria a elecciones parlamentarias.
Si ganaba la opción «No», es decir, no se aprobada el candidato propuesto, el periodo presidencial de Augusto Pinochet se prorrogaría por un año más, al igual que las funciones de la Junta de Gobierno, y vencido dicho plazo tendrían plena vigencia las normas permanentes de la Constitución. Para esos efectos, noventa días antes de la expiración de la prórroga del mandato presidencial, se debía convocar a elección de Presidente de la República y de parlamentarios.

La campaña

Por primera vez en la historia nacional, se realizaron franjas televisivas para ambas posiciones políticas. A un mes del referendo, el 5 de septiembre a las 23:00, aparecieron los primeros spots, de 15 minutos cada uno.
Al poco tiempo se notó la superioridad técnica de la franja del «No». La franja de la oposición superaba en todos los aspectos a la del «Sí», en producción, contenido y mensaje. Por ello, el ministro del Interior Sergio Fernández, admitiría posteriormente: "Los resultados (de la campaña) fueron lamentables. Al cabo de muy pocos días nadie pudo ignorar la evidente superioridad técnica de la franja del No», mejor construcción argumental, mejores filmaciones, mejor música. Su melodía característica, en torno a la frase "La alegría ya viene", era tan pegajosa, que hasta los creativos de la Campaña del Sí en sus reuniones de brainstorming la tarareaban inconcientemente".
El logotipo de la Concertación era un arco iris, que buscaba simbolizar la unión de todos los aspectros políticos opositores y el deseo de un futuro mejor. A pesar que la campaña presentaba crudos relatos de las violaciones de los derechos humanos, la campaña tenía características positivas, tratando de resaltar que el triunfo del «No» no implicaría el regreso al caos que habría existido en el país durante el gobierno de Salvador Allende.
Por otro lado, el «Sí» planteaba por una parte una estrategia centrada en resaltar la crisis ocurrida durante el gobierno de la Unidad Popular, al tiempo que trataba de mostrar un rostro democrático y amable del General Pinochet, que era visto como un militar rígido y severo. Con jingles y canciones alegres se mostraban a los músicos y personalidades famosas más importantes de la década de 1980, además de resaltar los progresos económicos ocurridos durante el gobierno de Pinochet.
Los comandos políticos también movilizaron a las masas: el día 22 de septiembre el «No» dio inició a la "Marcha de la Alegría", que completó 10 días con cientos de miles de personas en interrumpidas manifestaciones y concentraciones, partiendo desde Arica y Puerto Montt para converger en Santiago. El «Sí», en tanto, respondió el día 2 de octubre, al día siguiente de la llegada de la marcha a Santiago. Con esos dos actos terminó oficialmente la campaña.
Dentro de las causas que motivaron a la mayoría a votar «No», según una encuesta del CEP realizada en esa época, primaba la mala situación económica (72%), más que los derechos humanos (57%), debido al 20% de cesantía que existió durante la dictadura, y la mala distribución del ingreso, que explicaría por qué, en medio del aparente auge económico, se dieran estos argumentos.

El 5 de octubre

Los rumores de un eventual boicot al plebiscito comenzaron a tomar fuerza debido a un extraño apagón ocurrido en la noche del 4 de octubre. Días antes, incluso los gobiernos del Reino Unido y Estados Unidos estuvieron al tanto de una posible suspensión del referendo, los que se contactaron con Pinochet, el que prometió reconocer los resultados de la votación. Esa noche del Apagón Nacional, Radio Cooperativa canalizó la información desde el momento en que comenzó el Apagón.
En la mañana, una tensa calma predominó en las más de 22.000 mesas abiertas a lo largo del país, parar recibir a los más de 7.435.913 votantes. Pinochet vota en la mesa ubicada en el Instituto Nacional a las 10:10 horas. Diez minutos después, el subsecretario del Interior, Alberto Cardemil entrega el primer informe desde el Edificio Diego Portales, donde se ubicaba el centro de cómputos del Gobierno: 8.000 mesas estaban constituidas a esa hora. Dicha información comienza a preocupar a la Oposición, pues sus reporte contienen cifras muy superiores al 40% de mesas que ha informado Cardemil. Una hora después, el Gobierno informa que un 75% de mesas abiertas y el Comando del No responde con cifras superiores al 90%.
Ya en la tarde, comienzan a existir problemas en los centros de votación, al producirse enormes aglomeraciones, que impide entrar a los locales para poder sufragar. La Concertación presiona al Gobierno para que se realice una votación normal. La situación se normaliza cerca de las 15.00. Hacia las 16.00, la mayor parte del país ha votado y regresa a sus casas esperando los cómputos y con cierto temor, por los rumores de posibles ataques terroristas de grupos de extrema izquierda o de algún levantamiento de las Fuerzas Armadas.
A las 16.30, el subsecretario Cardemil se dirige al Palacio de La Moneda para informar a Pinochet de los primeros cómputos. Dos horas después, el Comité por las Elecciones Libres, cercano a la Concertación y dirigido por Eduardo Frei Ruiz-Tagle informa que, sobre la base del 10% de los sufragios que han sido contabilizados, el «Sí» obtiene el 32% de los votos, frente al 58% del «No».
Sin embargo, a las 19.30, Cardemil entrega el primer informe oficial al país: el «Sí» obtenía un 58% frente al 42% del «No», en base a un total de 72 mesas escrutadas. Los miembros de la Concertación comienzan a creer que sus temores de una eventual manipulación de los resultados se estaría haciendo realidad. La tardanza en la entrega de resultados hace que el portavoz del Comando del No, Genaro Arriagada acuse al Gobierno de retener las cifras.
Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y Carabineros son informados por sus subalternos de que el «No» está derrotando al «Sí» en las mesas, lo que obliga a que éstos pidan una reunión con Pinochet, el cual la rechaza.
A las 21.00, Arriagada anuncia los cómputos que posee su comando: el «Sí» supera el 41%, mientras el «No» obtiene el 58,7% de los votos. Ante las cifras, algunos jóvenes salen a celebrar a las calles, siendo reprimidos por Carabineros, mientras un General de dicha institución ordena el desalojo inmediato de las dependencias del Comando del No.
Una hora después, el subscretario Cardemil entrega un nuevo cómputo, esta vez en base a 677 mesas: «Sí», 51,3% y el «No», 46,5%, además anuncia que el siguiente cómputo será entregado a las 23.15. En tanto, el Comité por las Elecciones Libres entrega un nuevo informe, en el cual el «Sí» obtiene un 44,6% frente al 55,2% de la opción «No». Mientras, la Dirección Nacional de Comunicación Social (Dinacos) recibe a esa misma hora, la orden de clausurar inmediatamente cualquier transmisión radial o de televisión que convoque a una celebración por la victoria del «No».
A las 23.00, Cardemil se reúne con el General Pinochet, informándole que el «No» posee más del 53% de los votos hasta ese momento, lo que ya es irremontable. A su vez, Arriagada entrega un nuevo cómputo, con un 40,2% para el «Sí» y un 57,8% para el «No». Diversos personeros de Renovación Nacional hablan con Cardemil, miembro de ese partido, y le informan que ellos no están dispuestos a involucrarse en un desconocimiento de los resultados.
Sergio Onofre Jarpa, presidente de Renovación Nacional, debía participar en un programa que analizaría los resultados del plebiscito, junto a Patricio Aylwin en Canal 13 a las 22.00, pero la demora de los resultados atrasaba el programa, que se fijó finalmente para la medianoche. Jarpa, temeroso de enfrentarse sin datos a Aylwin, que iba a entregar los datos de la Oposición, se contacta con Cardemil, diciéndole: "¿Usted no se va a prestar para ninguna lesera, no?" (refiriéndose a seguir retrasando cómputos). Cardemil le informó que el «Sí» iba perdiendo, pero que aún faltaban contabilizar los votos de las mesas de las mujeres santiaguinas.
Jarpa asumió entonces, que habían sido derrotados y se dirigió a Canal 13 a dar dicha información, corroborada con los datos que portaba Aylwin. Comienzan las celebraciones de los partidarios del «No», mientras La Moneda es acordonada.
A las 00.18 del 6 de octubre, Pinochet se reúne con sus ministros y les informa: "Señores, el plebiscito se perdió. Quiero sus renuncias de inmediato. Eso es todo". Una hora después, finalmente se reúne con los miembros de la Junta de Gobierno. En su paso hacia el Palacio de La Moneda, el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, Fernando Matthei le dice a los periodistas: "Tengo bastante claro que ha ganado el No, pero estamos tranquilos". Las declaraciones del General Matthei, fueron captadas por Radio Cooperativa a la 1.03 del 6 de octubre de 1988.
En dicha reunión el ministro Sergio Fernández habría reconocido la derrota y expresado que el alto porcentaje obtenido era de cualquier forma motivo de orgullo, a lo que el General de la Fuerza Aérea habría respondido con un irónico "¿Y por qué no traemos champaña para celebrarlo?".
Según lo que ha dicho Matthei en sus memorias ("Matthei, mi testimonio"), Pinochet les habría entregado a los miembros de la Junta de Gobierno un decreto por el cual él asumiría todo el poder para no reconocer los resultados del plebiscito. Esto habría enfurecido a los miembros de la Junta, especialmente a Matthei, el cual afirma que rompió el acta con sus propias manos. "Después de eso, y sin insistir en el acta, el Presidente nos informó que se iría a descansar por unos días fuera de Santiago y se dio por terminada la reunión", termina de contar Matthei en su libro. En ese momento, el jefe del Estado Mayor sufre un infarto debido al acalorado enfrentamiento entre los líderes castrenses. Después de la reunión, Pinochet acepta la situación y ordena publicar el tercer cómputo.
Anecdóticamente, se recuerda que Televisión Nacional de Chile transmitía Popeye, el marino y Canal 13, El Correcaminos, en vez de informar sobre los diversos sucesos que ocurrían en el país debido a la falta de información oficial. Finalmente, a la 2 de la madrugada, el subscretario Cardemil aparece ante los medios y anuncia los cómputos finales: el «Sí» obtiene un 43%, frente al 55,7% del «No».
En la mañana del 6 de octubre, miles de chilenos salen a las calles a celebrar la victoria del «No» en sus respectivas ciudades: en Santiago principalmente en la Alameda del Libertador Bernardo O'Higgins. Durante esa noche, Pinochet entrega un informe en que reconoce la victoria del «No» y que continuará el proceso trazado por la Constitución de 1980. Ese mismo día, la Concertación le informó al Papa Juan Pablo II que Chile ha retornado a la Democracia.

lunes, 10 de agosto de 2009

Inmigrantes franceses en la Araucania


La inmigración francesa, aunque relativamente escasa, ha dejado en Chile una huella sutil e indeleble. Hay dos momentos muy notables. El primero ocurre a principios del 1700 cuando, por la unión temporal de la monarquía francesa y la española, llega un contingente numeroso. Un segundo momento de inmigración, alentada oficialmente, se vive a partir de 1875. Se trataba de poblar Arauco y la Frontera con colonos europeos. Su laboriosidad y conocimientos industriales, se pensaba, ayudarían a la incorporación efectiva de ese rico territorio. Recibían un anticipo para el pasaje, un lote de cuarenta hectáreas y algunas otras prestaciones, que debían reembolsarse en cinco años. Así llegaron italianos, suizos, alemanes y franceses a instalarse al sur del Bío Bío. Un grupo homogéneo, que ha dejado su impronta en la zona araucana, fueron los vascos franceses.Los vascos, como se sabe, viven, desde tiempos inmemoriales, a ambos lados de la Cordillera de los Pirineos Orientales, junto al Golfo de Vizcaya. El país vasco español, al oeste, tiene un millón de habitantes; el país vascofrancés, algo más de 120 mil. De las siete provincias vascas, tres son francesas.

De los Pirineos a Nahuelbuta:

A fines del siglo XIX, muchos jóvenes vascos pensaban en emigrar y buscar más amplios horizontes. Unos iban a México o al Río de la Plata; otros aun al África Ecuatorial. Hubo muchos que partieron al lejano “Chili”. El primero de todos había sido Pedro Etchepare Borda, en 1865. De América llegaban noticias de grandes cosechas, campos de dimensiones exorbitantes, crianza de miles de cabezas de ganado, en fin, minas de carbón y mucha madera. El comercio abría posibilidades insospechadas. Había que partir “a hacerse la América”. Los jóvenes fueron especialmente influenciados por el gran éxito de la casa comercial de Duhart, formada por miembros de la familia vasco- francesa de ese nombre, que ya en 1860 había establecido una gran sucursal en Lota. Para 1900 tenía una red de sucursales en Carahue, Coronel, Arauco, Lebu, Cañete, Nueva Imperial, Puerto Saavedra y Carahue, donde se realizaban actividades de importación y exportación, de molino de trigo y destilería, más actividades agrícolas y financieras. Influidos por las historias de éxito comercial y progreso económico de los Duhart, muchos jóvenes vascos decidieron también emigrar. En esos tiempos, en Chile se vivía un fervor patriótico, con los triunfos recientes de la Guerra del Pacífico. Las calles de Cañete, adonde llegan varios inmigrantes, todavía lo recuerdan: Esmeralda, Séptimo de Línea, Prat, Serrano. Los vascofranceses se fueron instalando en la zona de Araucanía, en Coronel, Lota, Los Álamos, Cañete, Purén, Angol, Traiguén, Temuco y otras localidades. Había muchas dificultades. Los caminos eran muy deficientes y peligrosos. Se viajaba en caballo o carruaje, acompañado de hombres armados, atravesando el exuberante bosque chileno, subiendo y bajando cerros. Los vascos franceses, unidos en la adversidad, progresaron rápidamente. En 1886 inauguraron, en Cañete, un frontón de pelota vasca, cuyos restos todavía podían verse un siglo después. Por mucho tiempo, Cañete semejó un pueblo del lejano Oeste norteamericano. Casas y veredas de maderas, caballos amarrados a la puerta y un enjambre de nacionalidades: el alemán, el español y el francés, se mezclaban con el mapudungun y aun con el idioma vasco. Pero la modernidad llega inexorable, de la mano de los franceses. Cuando cae el cambio y Chile comienza a cerrar su economía, a partir de los años treinta, muchos franceses comienzan a adquirir tierras y derivan a la agricultura. Hay que aclarar, en todo caso, que entonces los campos “se hacían”: había que talar árboles, abrir caminos, secar pantanos y desbrozar maleza. Arduas labores que requerían un espíritu perseverante y progresista. Pasan los años. Ya en los sesenta, la agitación política que recorre el país llega a los campos. La reforma agraria no sólo altera la propiedad y las formas de trabajo en Araucanía, sino que también modifica profundamente la sociedad rural. Muchas familias emigran. Los hijos de los antiguos inmigrantes se dirigen a las grandes ciudades, en busca de una educación profesional. El centralismo creciente de la economía y la política nacional acentúa ese proceso. Actualmente quedan pocos descendientes franceses en los pueblos de la provincia de Arauco, basta revisar la guía telefónica para comprobarlo. Hoy es necesario, como con los testimonios de la presencia italiana, suiza o alemana en Araucanía, preservar su legado físico y cultural. Bodegas, molinos, antiguas casonas, pero también la repostería, las cecinas —la charcuterie— o la carpintería, entre tantos otros oficios que amenazan con extinguirse. Sólo así reconoceremos el aporte de progreso que representaron y su contribución a la conformación de la sociedad regional.